Por Miguel Ángel Fernández Castro
Volver al futuro
La tenista belga, Justine Henin, confirmó su regreso a las canchas luego de 17 meses en el retiro siendo ésta una noticia crucial para el "deporte blanco" en la rama femenil. El anuncio llega unos días después de que su compatriota Kim Clijsters protagonizara el regreso del año (quizá no solo en el tenis sino en todos los deportes en 2009) al llevarse el Abierto de los Estados Unidos con una contundencia y autoridad que hicieron parecer que Clijsters tenía apenas unas cuantas semanas sin jugar.
Con esta noticia, el tenis femenil despierta y se ilusiona luego de varios meses de un letargo insoportable. Era injusto que la tenista número uno del mundo (Dinara Safina) no contara en sus vitrinas con un solo título de Grand Slam mientras Serena Williams arrasaba con los "grandes" y apenas le bastara para ser segunda en el ranking. Era desgastante escuchar varias veces que Jelena Jankovic finalmente trascendería sólo para comprobar que incluso ya se acostumbró a no alcanzar las instancias finales. Era frustante leer sobre una María Sharapova lesionada que esperanzaba a todos con sus "grandes regresos" en torneos de mediana calidad como Birmingham pero que también en los torneos importantes pasaba como una sombra más.
Las hermanas Williams tienen el mérito de mantenerse siempre en una constante pugna por ganar pero...¿no era tiempo ya de un cambio con las mujeres en el tenis? Kim Clijsters logró algo que en meses no ocurría entre los aficionados: encender el televisor para presenciar un suceso importante y diferente en el tenis femenil. Al menos por un fin de semana de Grand Slam, no toda la atención estuvo en Federer o Nadal y eso amables lectores le da una valía tremenda a lo conseguido por Clijsters.
Por supuesto que el regreso de Henin no augura batallas épicas que incluían nombres como Steffi Graf, Mónica Seles, Martina Navratilova, Arantxa Sánchez-Vicario y muchas otras. Sin embargo, al menos revoluciona a un tenis femenil que era insípido e irrelevante para muchos hasta el retorno de Clijsters y que con la aparición en escena de Justine Henin propiciará cambios sustanciales.
En poco más de nueve años como profesional, Henin ganó 41 torneos de los cuales siete fueron de Grand Slam. La belga acumula casi 20 millones en ganancias, fue medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 y sumó 117 semanas como la mejor del orbe. En pocas palabras, Henin (junto con Clijsters) trae de vuelta una palabra ausente durante meses en el vocabulario tenístico femenil: consistencia.
El mensaje es claro para todas las integrantes del circuito. Se acabaron los tiempos de mediocridad. El acceso a una victoria de Grand Slam a partir de este momento ya no sólo tendrá que implicar vencer a una de las Williams sino a dos grandes jugadoras como Clijsters y Henin. Dinara Safina: tu número uno del mundo podría pender de un hilo. Hermanas Williams: no más torneos ganados caminando. María Sharapova: tienes la oportunidad única de reivindicarte entre las mejores y no dejarnos un sabor de que tu carrera fue algo Kournikoviano. Para el resto de las jugadoras: la supervivencia de la más apta (entrenar, ser constante, ganar) ahora sí será el factor que puede separlas del resto.
Es curioso, el revulsivo que deseábamos para el tenis femenil puede que venga del pasado y no del futuro como muchos pensábamos.
Nota al pie: Por cierto amigos lectores, hay una votación en una estación de radio en la que participé en la universidad (Frecuencia CEM). Si consideran que el trabajo de un servidor vale la pena les agradecería mucho su voto en http://frecuenciacemradio.blogspot.com/ En este sitio conocerán los detalles, muchas gracias.
La tenista belga, Justine Henin, confirmó su regreso a las canchas luego de 17 meses en el retiro siendo ésta una noticia crucial para el "deporte blanco" en la rama femenil. El anuncio llega unos días después de que su compatriota Kim Clijsters protagonizara el regreso del año (quizá no solo en el tenis sino en todos los deportes en 2009) al llevarse el Abierto de los Estados Unidos con una contundencia y autoridad que hicieron parecer que Clijsters tenía apenas unas cuantas semanas sin jugar.
Con esta noticia, el tenis femenil despierta y se ilusiona luego de varios meses de un letargo insoportable. Era injusto que la tenista número uno del mundo (Dinara Safina) no contara en sus vitrinas con un solo título de Grand Slam mientras Serena Williams arrasaba con los "grandes" y apenas le bastara para ser segunda en el ranking. Era desgastante escuchar varias veces que Jelena Jankovic finalmente trascendería sólo para comprobar que incluso ya se acostumbró a no alcanzar las instancias finales. Era frustante leer sobre una María Sharapova lesionada que esperanzaba a todos con sus "grandes regresos" en torneos de mediana calidad como Birmingham pero que también en los torneos importantes pasaba como una sombra más.
Las hermanas Williams tienen el mérito de mantenerse siempre en una constante pugna por ganar pero...¿no era tiempo ya de un cambio con las mujeres en el tenis? Kim Clijsters logró algo que en meses no ocurría entre los aficionados: encender el televisor para presenciar un suceso importante y diferente en el tenis femenil. Al menos por un fin de semana de Grand Slam, no toda la atención estuvo en Federer o Nadal y eso amables lectores le da una valía tremenda a lo conseguido por Clijsters.
Por supuesto que el regreso de Henin no augura batallas épicas que incluían nombres como Steffi Graf, Mónica Seles, Martina Navratilova, Arantxa Sánchez-Vicario y muchas otras. Sin embargo, al menos revoluciona a un tenis femenil que era insípido e irrelevante para muchos hasta el retorno de Clijsters y que con la aparición en escena de Justine Henin propiciará cambios sustanciales.
En poco más de nueve años como profesional, Henin ganó 41 torneos de los cuales siete fueron de Grand Slam. La belga acumula casi 20 millones en ganancias, fue medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 y sumó 117 semanas como la mejor del orbe. En pocas palabras, Henin (junto con Clijsters) trae de vuelta una palabra ausente durante meses en el vocabulario tenístico femenil: consistencia.
El mensaje es claro para todas las integrantes del circuito. Se acabaron los tiempos de mediocridad. El acceso a una victoria de Grand Slam a partir de este momento ya no sólo tendrá que implicar vencer a una de las Williams sino a dos grandes jugadoras como Clijsters y Henin. Dinara Safina: tu número uno del mundo podría pender de un hilo. Hermanas Williams: no más torneos ganados caminando. María Sharapova: tienes la oportunidad única de reivindicarte entre las mejores y no dejarnos un sabor de que tu carrera fue algo Kournikoviano. Para el resto de las jugadoras: la supervivencia de la más apta (entrenar, ser constante, ganar) ahora sí será el factor que puede separlas del resto.
Es curioso, el revulsivo que deseábamos para el tenis femenil puede que venga del pasado y no del futuro como muchos pensábamos.
Nota al pie: Por cierto amigos lectores, hay una votación en una estación de radio en la que participé en la universidad (Frecuencia CEM). Si consideran que el trabajo de un servidor vale la pena les agradecería mucho su voto en http://frecuenciacemradio.blogspot.com/ En este sitio conocerán los detalles, muchas gracias.
SABES YA VOTE¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarEspero seas el ganador, espero y voten y apoyen , a nuevos talentos, es bueno escuchar voces nuevas , y por que no caras nuevas, hay que renovar un poco la radio y la televisión también , ya que el trabajo realizado y desempeñado , es de buena calidad, y lo mínimo es un voto
si no ganas realizaremos…voto x voto ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡....
MUCHA SUERTE Y NO DUDEN VOTENNNNNNN
att :acc