“¿Cómo que tiene una pierna más larga, no? Menso, es una pierna de palo...”
Esta semana regresó la NFL (¡por fin!), la liga mexicana sigue siendo malísima (viejas costumbres), y como dijera el querido negro: la lluvia no ha dejado de cesar de llover.
Y como ya se va haciendo costumbre, es hora de abrir el cadaver que dejó la semana pasada.
Sacando la basura...
“...porque la montaña de porquerías en mí cuarto empieza a oler, y creo que tengo nuevos vecinos entre las bolsas de comida.”
Otra cosa que hay que sacar, porque huele feo, son a las cebras. Las cebras son incompetentes. Las cebras están ciegas o vendidas. Las cebras brincan, pastan, hacen y deshacen; defecan por todos lados en el prado y no hay ni quién les diga nada. Son animales salvajes que no tienen ni idea de lo que les pasa a su alrededor. De vez en cuando, se enojan y empiezan a soltar patadas: se sienten mulas. No hay amaestrador, pero pobre de ti donde le quieras hacer algo al animal porque se te vienen todos encima como si fuera jumanji. Una estrella más para la femefe.
En la parrilla de George Foreman, con 75 por ciento menos grasa, más saludable y que te da una vida más feliz, los gatitos de Cincinnati remontaron con segundos en el reloj, todo para que los Broncos ganaran en la última jugada gracias a un pase rechazado por la secundaria que se encontró Tony Scheffler. Si crees que fue maravilloso porque se mantuvo parejo hasta el final, la jugada fue increíble, o eres fanático de alguno de estos equipos, hazte un favor y ve al youtube y sólo ve esa jugada. El resto del juego fue patético. La verdad ninguno merecía anotar, ganar, o cualquier otra cosa.
Mark Sánchez (para horror del señor Fernández y mío), tuvo un buen debut con los Jets, venciendo a Houston que dio una pobre exhibición. El otro novato, Matt Stafford, tiró tres intercepciones. Jake Delhomme regaló 5 balones en tres cuartos, mientras que Jay Cutler, supuesta salvación de Chicago, entregó 4 veces. ¿Qué les pasó? Ni idea, pero es lo bonito de la NFL.
En el béisbol, Ichiro ligó 9 temporadas con 200 hits, rompiendo una marca con más de 100 años de antigüedad. Suzuki no está en esteroides, está en sake. Comamos todos más algas.
Bueno ya en serio...
”Hace mucho tiempo también éramos libres y no teníamos esa libertad“
Los Santos de Nueva Orleans derrotaron 45 a 27 a los Leones de Detroit. Con ello, además de las tristes derrotas de Tampa Bay y Carolina, el equipo de Louisiana parece ser un fuerte candidato a llevarse la cima del sur de la nacional. Como lo mencioné en mis pronósticos al aire, en mí opinión, son los favoritos en este sector.
Muchos han empezado a devaluar la victoria, porque fue ante los Leones, el mismo equipo que no ganó un solo juego el año pasado.
Es cierto que la defensiva de la ciudad motor es porosa (por no usar otra palabra más fuerte), pero hay un dato en este juego que nunca se ha dado en la historia de la liga.
Drew Brees, que se quedó cerca el año pasado de romper el record de Dan Marino de más yardas en una temporada, abrió la campaña con seis pases de anotación. Ningún otro coreback lo hizo en la semana inaugural, y eso que llevamos muchos años de juego.
Brees se ha convertido en un superhéroe en las ligas de fantasía durante los últimos años, y este no parece ser la excepción. Es increíble la manera en que ha madurado un hombre que en algún momento fue criticado y prácticamente corrido a patadas de San Diego. Philip Rivers llegó a los Cargadores como la solución, pero en su año de novato, la exhibición del ahora mariscal de los Santos fue tan buena que le dio un jugoso contrato en un nuevo equipo, en lugar de relegarlo a la banca como todos habían pensado.
Una historia más de redención en la NFL.
Pero sus números los veremos más de cerca mañana, cuando inauguremos una nueva columna, sobre el futbol americano de fantasía.
Y... ¿Qué más me cuentas?
“Me gusta interrumpir, porque sólo yo merezco ser escuchado..”
Kanye West, rapero con pésima voz, extrema necesidad de usar playback, muy mal humor, y aun peores modales, hizo una de las suyas en los VMA, al subirse al escenario mientras la joven artista del country, Taylor Swift, recibía un premio, para decir que Beyoncé debió ganar ese galardón. Minutos más tarde, Beyoncé ganó en otra categoría, y demostrando educación y sensibilidad, invitó a Swift a terminar su discurso en su tiempo de agradecimientos.
Otro que abrió la boca de más, y se vio como un mal ganador al hacerlo, fue Michael Jordan. El mejor jugador en la historia, en lugar de aceptar el máximo reconocimiento individual en el básquetbol con gracia y dignidad, prefirió nombrar, señalar y ensuciar a todas las personas que en algún momento dudaron de él. De milagro agradeció a Dean Smith, su técnico en North Carolina. A Scottie Pippen no le quedó de otra, pues salió en todos los videos que pusieron de él. Jerry Krauze, el hombre que consiguió a los grandes jugadores que le ayudaron a ganar títulos, ni siquiera fue mencionado.
Jerry Krauze consiguió a Pippen, cuando Jordan quería otros jugadores en el draft. Trajo a Horace Grant, y cuando este partió, le dio la oportunidad al technicolor Dennis Rodman de ganar nuevamente un título de la NBA en el mejor equipo en la historia.
Después, Bryon Russell sufrió de su burlas, por haberlo retado alguna vez a jugar. Russell estaba en su año de novato, y Jordan estaba de visita en el campamento del Jazz, con Karl Malone. Bryon lo retó, como todos pedirían la oportunidad de jugar contra su ídolo si lo tuvieran al lado. Michael recordó el título que sentenció la serie contra Utah. Aquel famoso tiro, donde jamás reconocerá, ni él ni las cebras, que hubo falta.
Michael Jordan demostró venciendo a dos de las mejores generaciones de jugadores en la cancha que fue el mejor jugador de todos los tiempos. Que lástima, que con toda su mercadotecnia, talento y carisma, no haya sido una mejor persona.
¿Eso es todo?
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lunes, 14 de septiembre de 2009
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