Por: Omar Gómez Pensado
Al final la votación para definir al ganador del Trofeo Cy Young de la Americana no fue tan cerrada como sí lo fueron las estadísticas de los dos principales candidatos al galardón.
Creo que la mayoría esperábamos que Zack Greinke de los Reales de Kansas City ganara el premio, pero no con tan amplio margen: 134 puntos contra 80 que logró el venezolano Félix Hernández de los Marineros de Seattle.
Una gran similitud de ambos contendientes fue el hecho de que jugaron para equipos que no tuvieron cabida en la postemporada, con ofensivas mediocres y que a pesar de ello se las arreglaron para brillar.
Siempre he pensado que el número de victorias que logra un abridor es altamente circunstancial y directamente proporcional al apoyo ofensivo que recibe de parte de su equipo. Para mí, la gran métrica de la calidad de un serpentinero es el promedio de carreras limpias admitidas y en ese rubro Greinke fue mejor que Hernández, con 2.16 por 2.49 de su rival.
De hecho, la efectividad de 2.16 de Greinke se convirtió en la más alta desde que Pedro Martínez tuviera 1.74 en el año 2000. Las diferencias son sutiles, incluyendo el hecho de que el derecho de Kansas supero al venezolano en juegos completos y blanqueadas con 6 y 3, respectivamente. Adicionalmente, Greinke sólo quedo por detrás de Justin Verlander de Detroit en el departamento de chocolates.
En resumen, la designación del Cy Young del Joven Circuito nos parece muy justa y saben qué, también admirable.
Poco se ha hablado de los serios problemas de ansiedad y depresión que Zack Greinke padece y el hecho de ser el mejor lanzador no sólo de la Americana, sino de las Grandes Ligas, con todo y esa desventaja, hacen aún más grande este logro.
Para terminar, les comento que hoy conoceremos a los ganadores de los premios a Manager del Año de ambos circuitos, siendo los favoritos Mike Scioscia de Serafines en la Americana y Jim Tracy de Colorado en la Nacional.
Creo que la mayoría esperábamos que Zack Greinke de los Reales de Kansas City ganara el premio, pero no con tan amplio margen: 134 puntos contra 80 que logró el venezolano Félix Hernández de los Marineros de Seattle.
Una gran similitud de ambos contendientes fue el hecho de que jugaron para equipos que no tuvieron cabida en la postemporada, con ofensivas mediocres y que a pesar de ello se las arreglaron para brillar.
Siempre he pensado que el número de victorias que logra un abridor es altamente circunstancial y directamente proporcional al apoyo ofensivo que recibe de parte de su equipo. Para mí, la gran métrica de la calidad de un serpentinero es el promedio de carreras limpias admitidas y en ese rubro Greinke fue mejor que Hernández, con 2.16 por 2.49 de su rival.
De hecho, la efectividad de 2.16 de Greinke se convirtió en la más alta desde que Pedro Martínez tuviera 1.74 en el año 2000. Las diferencias son sutiles, incluyendo el hecho de que el derecho de Kansas supero al venezolano en juegos completos y blanqueadas con 6 y 3, respectivamente. Adicionalmente, Greinke sólo quedo por detrás de Justin Verlander de Detroit en el departamento de chocolates.
En resumen, la designación del Cy Young del Joven Circuito nos parece muy justa y saben qué, también admirable.
Poco se ha hablado de los serios problemas de ansiedad y depresión que Zack Greinke padece y el hecho de ser el mejor lanzador no sólo de la Americana, sino de las Grandes Ligas, con todo y esa desventaja, hacen aún más grande este logro.
Para terminar, les comento que hoy conoceremos a los ganadores de los premios a Manager del Año de ambos circuitos, siendo los favoritos Mike Scioscia de Serafines en la Americana y Jim Tracy de Colorado en la Nacional.
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